¿Cocidas o a la plancha, cómo te gustan las gambas?
Ante esta pregunta las respuestas serán muy variadas, ya que cocidas o a la plancha las gambas, para nosotros están deliciosas. Quizá depende del momento del día.
Por un lado están los partidarios del mediodía, aquellos y aquellas que tras un pequeño baño en la playa están dispuestos a refrescarse con unas gambas recién cocidas acompañadas de una cerveza bien fría o de un vino blanco casi helado.
Por otro lado están los partidarios de una degustación más templada, las gambas a la plancha con todo su jugo y con una pizca de limón, quitan el sentido a los amantes del buen comer. Algo para el estómago caliente entra más gustosamente, ¿no creéis?
¿Y a tí? ¿Cómo te gustan más las gambas? ¿Cocidas o a la plancha?
Consejos de preparación:
Si quieres participar y darnos tu opinión, pero quieres ser tú el chef que las va a preparar, sigue estos consejos de preparación que te proponemos desde la Lonja de Ayamonte.
Cómo preparar unas gambas cocidas
En principio necesitamos la materia prima, la gamba, si es fresca mejor que mejor, desde nuestra web puedes realizar tu pedido online y te llegará a casa en 24 horas totalmente frescas y listas para cocer. ¿Pero cómo? Pues muy sencillo. En una cazuela con capacidad para 3 o 4 litros ponemos a hervir agua con sal, vertemos sal y probamos (sin pasarnos) Una vez esté hirviendo echamos la cantidad de gambas que vayamos a consumir… Es fundamental tener preparada otra cacerola con agua y hielo para cortar la cocción y enfriar rápido. Cómo os decíamos echamos en el agua hirviendo las gambas y observamos que cojan ese colorcillo rosado o anaranjado, 2 minutos aproximadamente y sacamos del agua hirviendo al agua con hielo. Dejamos enfriar y pasamos a un plato ya coladas de agua. Le esparcimos sal grueso por encima y ¡listas para comer!
Cómo preparar gambas a la plancha
En esta receta os aconsejamos a la plancha sobre una cama de sal. En una sartén o plancha esparcimos una cama de sal gruesa de unos 5 milímetros de grosor que presionamos con una cuchara o con una espátula. También podemos hacerlo sobre una sartén. Una vez esté bien caliente la cama de sal colocamos las gambas encima y rociamos con agua en pequeñas cantidades cada minuto… En este caso observamos que estén bien hechas cuando vemos el cambio de color de la gamba, que pasa del blanco al rosado anaranjado. Apartamos cuando estén al punto y servimos al gusto, hay a quién le gusta con una pizca de limón.
Con estas dos facilísimas recetas podrás disfrutar de nuestro producto estrella, la Gamba Blanca de Huelva.
