El mercurio en el pescado y las recomendaciones para su consumo
Antes que nada tienes que saber que el mercurio es un elemento químico que forma parte de la composición natural de la corteza terrestre y que se libera al medio ambiente a través de procesos naturales como consecuencia de la actividad volcánica y la erosión de las rocas mediante la acción del agua y el viento. Pero también, puede liberarse por la acción del hombre en actividades como la industria, la minería, quema de combustibles fósiles, eliminación de residuos, etc.
El mercurio orgánico es el que está en el agua, principalmente como metilmercurio (CH3Hg+) y es el más común en la cadena alimentaria.
Riesgos sanitarios del mercurio
Cuando ingerimos productos del mar, el metilmercurio se absorbe de manera más rápida y ampliamente que el mercurio inorgánico, dada su naturaleza lipofílica, que hace que pueda atravesar fácilmente la placenta y la barrera hematoencefálica.
El metilmercurio afecta al sistema nervioso central en desarrollo, de ahí que el feto y los niños más pequeños sean los más sensibles a este metal. También se han observado efectos sobre la ganancia de peso corporal, la función locomotora y la función auditiva.
Por su parte, el mercurio inorgánico afecta principalmente al riñón, causando un aumento de su peso y también puede afectar a otros órganos como el hígado, sistema nervioso, sistema inmune y sistemas reproductores y del desarrollo, pero a dosis mayores que en el caso del metilmercurio.
Por ello, la forma más tóxica del mercurio, y de mayor preocupación desde el punto de vista sanitario, es el metilmercurio. Las mujeres embarazadas, o que puedan llegar a estarlo, y durante la etapa de lactancia, así como los niños más pequeños, son la población más sensible al mercurio.
Comer pescado y marisco mejora la salud
Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, se recomienda el consumo de pescado varias veces por semana por sus efectos beneficiosos para la salud. Además, el pescado es una parte fundamental dentro de la dieta mediterránea.
Y es que, los pescados y los mariscos son una fuente de energía y proteínas de alto valor biológico, y contribuyen a la ingesta de nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D, que tienen beneficios para la salud bien establecidos. Además, no hay que olvidar que también proporcionan ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3, que es un componente de los patrones dietéticos asociados con la buena salud.
La Agencia establece el consumo alrededor de 1 o 2 porciones de pescado/marisco por semana y hasta de 3 o 4 porciones en el caso de las embarazadas, ya que mejora los resultados funcionales del neurodesarrollo en los niños en comparación con la ausencia de consumo.
Estas cantidades también se han asociado con un menor riesgo de mortalidad por enfermedad cardiaca coronaria en adultos y son compatibles con las ingestas y las recomendaciones actuales en la mayoría de los países europeos considerados.
Por todo ello, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria asegura que, a pesar de los niveles de exposición a mercurio, el consumo de pescado y marisco aporta beneficios y es recomendable.
¿Cuáles son los niveles máximos permitidos en los alimentos?
Los límites máximos de mercurio en alimentos para toda la UE son:
- 1,00 mg/kg: rape, perro del norte, bonito, anguila, reloj, cabezudo, fletán, rosada del Cabo, marlín, gallo, salmonete, rosada chilena, lucio, tasarte, capellán, pailona, raya, gallineta nórdica, pez vela, pez cinto, besugo o aligote, tiburón, escolar, esturión, pez espada y atún.
- 0,50 mg/kg: Los demás pescados y productos de la pesca.
- 0,10 mg/kg: Complementos alimenticios.